Reportaje Especial/Domingo Arango.-
La Obra “Luz del Mundo”, en su marcado esfuerzo de crecimiento sigue llegando a lugares tan disímiles, mediante su mensaje evangelizador de cambio que va de la mano no solo en el aspecto espiritual, sino también en lo social y cultural.
Es así, como ha ido logrando paulatinamente establecerse en La Mucuchache, un asentamiento poblado del municipio Rangel en el estado Mérida, ubicado aproximadamente a unos 2,40 Kms de Apartaderos, y 7,15 Kms de Mucuchies, en el mismo municipio y a una altura de 3.375 metros sobre el nivel del mar (msnm), con una temperatura promedio de 10ºC a 5ºC.
Desde hace tres años, el misionero Alix Olavarrieta se ha instalado en el lugar, junto a su esposa Betzi con quien lleva 18 años de casado, más allá de su pasión por las almas, no pone de lado su aprendizaje de la agro producción que aprendió de muy joven en la zona alta de Portuguesa de donde es oriundo y de ese modo se integró esmeradamente como labriego durante el día en el cultivo de la papa, zanahorias, ajo, y fresas, entre otros.
En su visión espiritual, dice con optimismo, “seguir predicando la Palabra de Dios, alcanzar a los pobladores de este lugar y otras comunidades, de manera práctica como hasta ahora lo hemos hecho con muy buenos resultados. Con asiduas visitas, sabemos que no estamos solos y esto anima a los creyentes y nos motiva a seguir con el trabajo en la Obra de Dios”.
Por su parte, Víctor Molina, es un joven emprendedor en la producción agro alimentaria que se ha unido al pastor Olovarrieta, para poner a disposición del pueblo de Dios todo lo que produzcan a un precio realmente solidario, “esperamos llevar los rubros que estamos produciendo a un precio mucho más económicos para favorecer a la población y en especial a las iglesias”.
Por lo momentos están trabajando en 15 hectáreas con diversos rubros, también de los antes señalados cultivan trigo y adiciona, “ahora en los caminos del Señor, me ha ido muchísimo mejor, mejor que en los tiempos atrás a pesar de que la gente dice sobre la situación del país, pero a nosotros nos ha ido mejor, incluso que antes”.
“Primero que nada pido a los agricultores, que busquen al Señor Jesucristo, y en virtud de esto nos pongamos a trabajar porque hay varias cositas que podemos sembrar, ahora no lo hacemos pero podemos producir y contribuir al mejoramiento agroalimentario del país”, acotó finalmente este joven emprendedor impulsado por la fe que ahora lo mueve desde que conoció las bondades de Dios.
Fecha de publicación: 02 de noviembre de 2016