Más allá de las innovaciones en riego, desalinización y tecnologías, la clave está en contar con normas claras y autoridades profesionales e independientes de la política, asegura la subdirectora de la Autoridad del Agua de Israel, Tami Shor.

Al analizar los principales elementos que han convertido a Israel en un referente mundial para el uso eficiente del agua, normalmente se piensa en plantas de desalinización, riego por goteo y reutilización del recurso. Pocas veces se toma en cuenta cómo es la regulación que existe para esta área, que tiene una estructura muy distinta a la chilena y es mencionada por los especialistas israelíes como una clave para el éxito.

Tras pasar por una fuerte sequía hace casi una década, en 2008, los israelíes decidieron desarrollar una nueva regulación sobre la propiedad, uso y manejo del agua, con la idea de avanzar hacia un manejo integrado y hacer frente a la menor disponibilidad de agua y la creciente demanda, que actualmente es de 2,1 millones de metros cúbicos al año, destinados a unos 8,5 millones de habitantes, mil plantas industriales y alrededor de 200 mil hectáreas agrícolas con riego.

La subdirectora de la Autoridad del Agua de Israel, Tami Shor, recuerda que no fue fácil llegar a esa determinación, pero resalta que ha sido la vía para llegar a un manejo sustentable de los recursos hídricos. Tanto, que actualmente tienen que lidiar con crear conciencia en la población sobre no malgastar el agua, a través de campañas de comunicación y educación en los colegios, ya que llevan tres años de sequía y los ciudadanos casi no lo han notado.

"Lo que pasó en Israel por muchos años y que hoy ocurre en muchos países es que, frente a una crisis, todos se preocupan, se unen y destinan recursos para resolverla, pero llueve una vez y todos se olvidan, hasta que vuelve a haber una sequía. Hace una década nosotros tomamos la decisión de iniciar una regulación enfocada en el manejo sustentable de nuestros recursos para no volver a tener una crisis y ahora llevamos tres años muy secos, pero a nadie le ha faltado agua y hemos manejado las cosas para no llegar a una crisis", dice.

Si bien las medidas concretas para evitar esa crisis son, entre otras, la construcción de plantas de desalinización, que abastecen más del 80% del consumo de agua potable del país, o la reutilización del agua para destinarla al riego agrícola, todo está bajo el paraguas de la Autoridad del Agua, la mesa en la que se toman todas las decisiones del sector y donde están presentes todos los representantes vinculados con el agua.

De hecho, por primera vez la fórmula de Israel en cuanto a la regulación será parte de la feria Watec 2017, en septiembre de este año, que normalmente se orientaba a dar a conocer las nuevas tecnologías, pero que tendrá un día completo destinado a que representantes del sector público de distintos países analicen qué elementos deben incorporar para un manejo sustentable de los recursos hídricos.

US$ 2,3 por metro cúbico es el precio del agua.

58% de la demanda corresponde a la agricultura.

2,1 millones de metros cúbicos de agua al año consume Israel.