Tratando de entender comportamientos
Los sospechosos de siempre
No hay mal que dure cien años...
Explicaciones alternativas acerca de la epidemia actual
No hay mal que por bien no venga
Para que te entretengas un rato: Tres Cuentos Peruanos
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Tratando de entender comportamientos
Un amigo escribió en su muro de Facebook “Un sector nada despreciable de la población en Israel desobedece las disposiciones de las autoridades en forma de colectivos organizados y se enfrentan a las fuerzas de seguridad”.
Mi amigo, hombre inteligente y discreto, no apunta el dedo acusador a ningún sector específico de la población, pero, como dicen en hebreo, “mi she mevin, yavin” (o en castellano), “a buen entendedor, pocas palabras.”
La noticia en los periódicos informa que “La policía es recibida a pedradas en Mea Shearim (barrio ultra ortodoxo en Jerusalén) cuando trataba de hacer cumplir las disposiciones de distancia social.” El artículo menciona que la mayoría de los negocios en ese barrio cumple con las disposiciones del Ministerio de Salud, pero un número no pequeño de los habitantes bloquearon los vehiculos de la policia, y no faltó quien tirase piedras, hiriendo a uno de los policías.
En estos dias que no tengo mucho que hacer he estado tratando de entender el comportamiento de personas que se niegan a acatar las disposiciones preventivas del Ministerio de Salud.
En el caso de los habitantes (no todos, por supuesto) de Mea Shearim que rehusan, y hasta resisten violentamente, cumplir con las disposiciones del gobierno, su comportamiento, a mi parecer, tiene varias explicaciones:
Debido a que no tienen televisor en sus casas ni usan los llamados teléfonos Smart, es probable que no estén enterados de la gravedad de la situación.
Dan más crédito a sus ancianos líderes que a las pronunciaciones de políticos y médicos de un Estado al cual rehúsan servir en el ejército.
La educación recibida en sus escuelas y yeshivot no incluye materias como anatomía, sociología, etc. lo cual les impide entender claramente la situación.
No temen al virus ya que están convencidos de que el estudio de los libros sagrados les asegura la protección divina, que no permitirá que ellos se enfermen.
También he tratado de entender a los seculares que no toman en serio las disposiciones del gobierno, (no son muchos, pero los hay). Creo que eso se debe a una arrogancia y a una confianza exagerada en sí mismos expresada por la frase “a mí no me va a pasar” lo cual me trae a la memoria la frase de Abraham Lincoln, “quien se defiende a si mismo tiene un tonto por cliente y un imbécil por abogado.”
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Los sospechosos de siempre
La frase “Los sospechosos de siempre,” mencionada por el corrupto jefe de policía en la película “Casablanca,” fue utilizada como nombre de una película, estrenada en el año 1995, en la cual Kevin Spacey recibió el Oscar por la mejor actuación como actor secundario.
En este artículo, los sospechosos de siempre son los judíos, según los antisemitas que continúan su tradición milenaria de culpar a los judíos de cualquier catástrofe.
El caso clásico es la Peste Negra, que, entre 1347 a 1351, mató a cerca de la mitad de la población de Europa. La epidemia, enfermedad bubonica, fue causada por la bacteria Yersinia Pestis, transmitida por pulgas que ratas infectadas llevaron hasta Crimea, y de alli, por barcos, a Italia y al resto de Europa.
Los judios fueron acusados de envenenar los pozos de agua para causar deliberadamente la plaga. Inicialmente, 2,000 judios fueron quemados vivos en Estrasburgo, 3,000 en Mainz. En total, 210 comunidades de judios fueron completamente exterminadas.
Siguiendo la tradición de culpar a los judios, los antisemitas tambien atribuyen la pandemia actual a los judios y a Israel, mediante las redes de comunicación en Internet, acusando a los judios de haber creado el virus con el proposito de controlar el mundo.
Algunas de las acusaciones son tan absurdas, tan ridiculas, tan ilógicas, que sólo idiotas y antisemitas las pueden expresar y creer. Por ejemplo, un individuo en Twitter promueve una acusación de conspiración en la cual expresa que FEMA (Agencia de Emergencia Federal de los Estados Unidos) está controlada por la secta judía de los Lubavitcher.
La acusación más común, y más venerable por su antigüedad, es que los judios, hambrientos de dinero, recibirán enormes ganancias cuando, luego de haber creado el virus, produzcan la vacuna.
Las caídas de los mercados de acciones en todo el mundo son atribuidas por los antisemitas a las manipulaciones de los judíos que aprovechan el impacto del virus en la economía para realizar ganancias.
Los antisemitas también aprovechan esta oportunidad para atacar al Estado de Israel, mencionando que Israel ha creado el virus para utilizarlo contra Irán y otros enemigos. No falta quien dice que los israelies están tratando de contagiar el virus deliberadamente a los palestinos.
Un Twitter expresa la posibilidad de que Dios ha enviado el virus como un castigo al mundo por tolerar el sionismo.
David Duke, el neo nazi, ex jefe del Ku Klux Kan, sugiere que el presidente Trump ha sido infectado con el virus por Israel y los sionistas.
Otros, incluyendo Gideon Levy de Haaretz, dice “por fin los israelíes, recluidos en sus hogares, experimentarán lo que han hecho sufrir a los palestinos durante tantas décadas”.
No faltan antisemitas de origen judío, como la actriz Rosanna Arquette que acusa a Israel de que el hecho de que Israel está tratando de lograr una vacuna, demuestra que los israelíes ya sabían del virus pero que no les importa “arriesgar vidas para conseguir ganancias.”
Tarde o temprano, se encontrará la vacuna contra el virus Corona. Lo que nunca se podrá encontrar es la vacuna contra el antisemitismo.
Fuentes:
https://www.adl.org/blog/coronavirus-crisis-elevates-antisemitic-racist-tropes
https://blogs.timesofisrael.com/coronavirus-and-the-virus-of-hatred-against-jews/
https://jewishjournal.com/news/nation/312218/rosanna-arquette-claims-in-deleted-tweet-that-israel-knew-about-coronavirus-and-put-lives-at-risk-for-profit/
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No hay mal que dure cien años…
El profeta Isaias, que vivió en el siglo 7 A.E.C. escribió lo siguiente: “Anda, pueblo mio, entra en tus habitaciones y cierra las puertas tras de ti, escóndete por un momento , hasta que pase la ira”, (Isaias, 26:20).
2,700 años después, Netanyahu, el Ministerio de Salud y expertos doctores, nos ordenan hacer exactamento lo mismo que aconsejó el profeta Isaias, lo cual me trae a la memoria otra cita de la Biblia, “Lo que ya ha acontecido , volverá a acontecer, lo que ya se ha hecho, se volverá a hacer, y no hay nada nuevo bajo el sol,” (Eclesiastés 1:9).
El gobierno de Israel, al igual que muchos otros gobiernos, en un acto sin precedente, considerando que la mejor posibilidad de evitar el contagio es el aislamiento, ha ordenado lo que se podría llamar “arresto domiciliario” de la población. No podemos salir de nuestras casas y de nuestros departamentos excepto para comprar comida, medicinas y otros motivos de fuerza mayor.
Volviendo a la frase del titular, “No hay mal que dure cien años,” su segunda parte dice “ni cuerpo que lo aguante.”
Nadie sabe cuanto tiempo puede durar el peligro. Johnson, el Primer Ministro de Gran Bretaña, ha dicho (¿optimisticamente?) que durará unos tres meses, pero aún así, ese plazo no sería el fin de la pandemia. Posiblemente durará años.
Digamos que el peligro de contagio dure sólo tres meses. ¿Podríamos continuar encerrados tanto tiempo?
Desde el punto de vista médico, estar aislado es la mejor prevención, pero esa no es una estrategia para largo plazo. Si la economía mundial, las industrias, el comercio, los medios de transporte, etc. estén paralizados por semanas, tal vez meses, el daño será catastrófico para el mundo entero y para la civilización.
Los shiitas creen que el Mesías vendrá después de un caos mundial sin precedentes. Si ese es el caso, los fieles de las religiones que esperan la llgada del Mesías, (Judaismo, Cristianismo, Shiitas), debemos estar alertas.
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Explicaciones alternativas acerca de la epidemia actual
La explicación más aceptada de esta epidemia (y de las anteriores) es la que dan los médicos y las autoridades del Ministerio de Salud. Responsabilizan a organismos microscópicos, a los que llaman “virus,” que entran al cuerpo y que, en este caso, atacan el sistema respiratorio. Esta explicación es considerada “científica.”
También hay explicaciones “místicas” que atribuyen la aparición del virus a un castigo divino.
(Antes de proseguir, debo decir que, casi sin excepción, cuando he escrito algo relativo a algunas sectas ultra ortodoxas, no ha faltado quien me acuse de propagar noticias falsas, de incitar odio, y hasta de ser antisemita. Para evitar estas acusaciones, incluyo la ilustración de un artículo publicado hoy jueves 19 de marzo, 2020, por el periódico Jerusalem Post. Su titular, traducido al español, dice “Algunos rabinos culpan la crisis en la decadencia moral”).
La Biblia menciona varias epidemias. La primera es la muerte de todos los primogénitos egipcios, desde el hijo del Faraón hasta el hijo del más humilde de sus súbditos. Fue una de las plagas que Dios envió a Egipto para convencer al Faraón a que permita que el pueblo de Israel se fuese. Hay que tomar nota que fue una epidemia selectiva, en la cual los otros niños egipcios no fueron afectados y tampoco los niños hebreos, incluyendo los primogénitos.
La siguiente epidemia, mencionada en el capítulo 25 de Números, causó 24,000 muertos (Números 25:9). La epidemia cesó cuando el sacerdote Pinjas, nieto de Aarón, atravesó con su jabalina a Zimri, uno de los líderes de la tribu de Simeón, y a Cozbi, una princesa midianita, cuando la pareja estaba en pleno acto del amor. (La Biblia no menciona las últimas palabras de Zimri, pero es probable que hayan sido “Pinjas, estaba ya por terminar ¿No podías haber esperado un par de minutos más?”).
Una tercera epidemia tuvo lugar durante el reinado de David, que había encolerizado a Dios por haber realizado un censo de la población. La Biblia no explica porque esto le molestó a Dios. Dios le ofrece a David tres alternativas de castigo, (1 Samuel, capítulos 5 y 6 menciona que la oferta la hizo el profeta Gad en nombre de Dios, mientras que 1 Crónicas, capítulo 21, dice que fue Dios mismo el que le dio a David las alternativas). Las alternativas eran a) tres años de hambruna; b) tres meses de destrucción por mano de los enemigos; c) tres dias de epidemia. David escogió la alternativa “c” y la epidemia mató a 70,000 israelitas, (entre los cuales no estaba David ni ninguno de sus familiares).
Tres mil años después de David, algunos rabinos ultra ortodoxos nos explican que Dios sigue enviando epidemias para castigarnos o para darnos un mensaje.
El rabino principal de Safed, Shmuel Eliyahu, puso un video en YouTube en el cual explica que la epidemia Corona es un anuncio de la muy próxima llegada del Mesías, lo cual es una excelente noticia.
El rabino Shlomo Aviner explicó que la epidemia es un castigo divino a la arrogancia humana y al relativismo moral. El rabino indicó que la Corona tiene aspectos positivos: ha hecho cesar toda la cultura no judía, al Ministerio de Educación, a los viajes al extranjero.
Un clérigo musulmán declaró en la televisión de la Autoridad Palestina que la epidemia es un castigo de Allah a los pecadores y a los enemigos de los fieles.
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No hay mal que por bien no venga
Generalmente las guerras producen canciones que las hacen recordar. Por ejemplo, en la Primera Guerra Mundial los soldados británicos cantaban “It’s a long way to Tipperary.” Deseo proponer a la canción “Mira siempre el lado bueno de la vida” como el himno de esta nueva Guerra Mundial, en la cual la humanidad se enfrenta al virus Corona.
“Mira siempre el lado bueno de la vida” es el título de una canción escrita por Eric Idle en el año 1979, para la película “La vida de Brian” del grupo británico humorístico Monty Pithon. La película narra la vida de Brian Cohen, un hombre que nació el mismo día que Jesús y muchas veces es confundido con él. En la película la canción la canta un grupo de crucificados para tratar de alegrar al protagonista que está muriendo en la cruz.
Hay un refrán que dice, “No hay mal que por bien no venga,” así que en los siguientes párrafos veamos el lado bueno de la vida en la era del virus Corona.
Israel en todas sus guerras ha combatido solo, sin aliados. En esta guerra contra un virus mortal, Israel tiene como aliados a todos los países del mundo que confrontan el mismo enemigo.
No tengo aun estadísticas pero estoy convencido de que la incidencia de crímenes y robos bajará dramáticamente ya que también los criminales son susceptibles al virus, y permanecerán en sus casas.
Algo que ya se está notando: los actos de terror de Hamas y de Yihad Islámico han disminuido notablemente. El virus Corona ocupa hoy para ellos el primer lugar en la lista de enemigos a los que sueñan con exterminar (lista muy corta, hasta ahora solo estaban allí Israel, y los judíos del resto del mundo).
Varias figuras importantes en el fanático régimen islámico de Irán están enfermos con el virus, y por el momento no tienen suficiente tranquilidad mental y espiritual para seguir planeando la destrucción de Israel.
Hay rumores de que Nasrallah, el jefe de Hizballah, también está enfermo. Le deseo de todo corazón que pronto pueda disfrutar de las 72 vírgenes que le han reservado en el paraíso.