"Padre nuestro que estás en los cielos, tu palabra dice: "Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces".
También has dicho: “Claman los justos y Jehová los oye y los libra de todos sus temores".
Por esto, hoy unidos como un solo hombre clamamos a ti, dándote gracias porque tú has prometido que caerán a nuestro lado mil y diez mil a nuestra diestra, más a mí no llegará.
Gracias, porque lo estamos viendo en medio de ésta pandemia.
Padre bueno, enséñanos a cantar y a alabarte en medio del dolor, como pablo y Silas en la cárcel de Filipos, cuando enviaste un terremoto y los libraste del cepo y de sus cadenas.
Hoy clamamos a ti, que eres nuestro Padre, para que cambies la imagen de miseria y caos que hoy muestra nuestra nación Venezuela, ante los ojos de las demás naciones.
Tú levantas del polvo al pobre y al menesteroso lo alzas del muladar, para hacerlo sentar con los príncipes de tu pueblo
Venezuela es tierra bienaventurada conforme al salmo 41:1 bienaventurado el que piensa en el pobre, porque en el día malo, lo librará Jehová.
Aquí hemos recibido como hermanos a europeos y africanos, junto con judíos, que vinieron huyendo de la muerte segura en el holocausto y aquí encontraron un nuevo hogar, sin discriminación racial.
Pero además de todo eso, levantamos nuestra voz unidos como un solo hombre, confiados en tu misericordia para rogarte que le devuelvas a nuestra patria venezolana la honra de patria de libertadores.
Te lo pedimos en el santo y poderoso nombre de Jesucristo, el Mesías salvador y Señor de nuestras almas. Dándote gracias, infinitas gracias, porque tú siempre nos oyes, amén y amén."
Tu servidor, Hno. Puertas.
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